Chucho, la ultima vez que fui -ya hace algún tiempo- quise rememorar el camino que recorría para bajar de Para hasta Abandámes, pero me fue imposible, las bardas, las argumas y los espinos habían borrado si dejar vestigio el camino.
Todos los días al anochecer bajaba con mis libros en la mano a clases particulares.
Partía de Para por los prados hasta Ce rebanes, ahí cruzaba los eucaliptos de Cosió hasta la Acebal, donde yo invente un sendero hasta el puente, por donde pasara el nuevo acceso. Ese sendero pasaba por un bosque de alisas que no envidiaba nada a ningún cuento infantil. En verano era un vergel pues al lado había otro de robles donde abundaban las ardillas, pájaros carpinteros, gallos, tasugos y todo lo que te puedas imaginar de nuestra fauna, mas de una vez me cruce con alguna marta pues ahí abajo estaba el rió.
En otoño, no te lo puedo describir, la gama de colores desde el ocre al rojo intenso era tan intensa que solo podias exclamar ¿Quién habrá echo esto? Pues nada que quise repetir ese camino y me fue imposible.
Mira cundo yo caminaba por ahí todavía ese camino estaba empedrado desde el Torracu hasta casi Ce rebanes, tal como lo dejaron los romanos con el puente y su fuente y un humilladero antes de llegar a Cerebanes y otro el la entrada de Para, hoy ya no quedara nada de eso. Tengo entendido que el nuevo acceso saldrá de Monejo y recorrerá ese camino que yo describo ¿Qué pasara con el puente y la fuente?
Como te imaginaras mas de una vez me quede ahí extasiado ante tanta belleza, y mas de una vez me cogio la noche y llegue tarde a clases.