Hace ya años. Yo vivía en Pamplona. Lejos de mi tierra, pero, al final, muy cerca. Una mañana salía de la oficina a tomarme un café, por el paseo de Sarasate y vi pasar a "Traquilo.".Me puse detrás de un árbol y le llamé: ¡¡¡TRANQUI.....!!!..Él se volvió y miró de un lado a otro. Nada vió raro, y cotinuó su marcha. Yo volví a insistir: ¡¡ TRANQUI.....!!! Entonces ya se volvió atrás, a ver quien le llamaba...Yo salí de detrás del árbol y siempre recordaré la alegría que mostró al verme. Pepe,"Tranquilo", sería de la edad de mi padre. Desde aquel día, mientras estuvo en Pamplona, con su hijo, Manolo, todas las mañanas venía al banco para tomarse un café conmigo...Yo se lo agradecí mucho. Siempre llevé a mi tierra entre mis sentidos, y a las gentes que, con una letra o con otra, escribieron su pequeña historia.