el foro de Nel

Javier estoy en el estadio español con un pariente de Pepe el enano de Buelles. Me pregunta por el número de tfno del asilo en el que está. Él se llama Arsenio García Castillo. Por favor averigua el tfno y escríbelo aquí para que él lo vea. Gracias.

Queridos amigos: el 11 de enero debía efectuarse el pago de la página a Stratos pero fue imposible hacer el pago porque había habido algún cambio en el sistema de pago y por esa razón nos la cerraron. Afortunadamente Javier Blanco consiguió arreglarlo así que suyo es el mérito.
    Saludos y bienvenidos a casa
      Nel

Algo de razón tienes Manolín pero la página no la hice para escribir yo solo sobre todo habiendo tantos que lo hacen mejor y que están mejor dispuestos a informar. Además debo decirte que últimamente tengo dificultades para entrar y que al menos mi último escrito no lo veo por ningún sitio. Veremos si éste se queda reflejado. Te diré que el foro está muy bien representado con tu pluma, la de Javier, la de Alfredo, la última de Domingo y la de tantos otros... Y que son muchos los que nos leen. Estos días supe que incluso desde Brasil se enteran hasta de las veces que yo estornudo. Pero sí Manolín sí, algo de razón tienes. Un abrazo desde Santiago.
        Nel

Ese dīa se abre para todo el mundo y creo que el 8 de septiembre también. No hay disculpas.
 El próximo sábado iré a la boda del hijo de Mon.
       Saludos
        Nel

Gracias Javier: ya estoy instalado y mañana tengo que hacer fotos del día de la Hispanidad donde veré a casi todos los españoles que acudirán al Estadio. Estoy tratando de subir las fotos de Merodio pero me está dndo problemas, así que tendréis que esperar.
Un saludo
   Nel

Comprobando si funciona.
      Nel

Efectivamente ya estoy aquí. De momento tomando posiciones y calentando cámara y objetivos para Suarías y Alevia.
Como dice Javier en cuestión de paisajes no tenemos nada que envidiar; una vista del pico Peñamellera en un día como hoy es difícil de superar.
    Nel

Chucho, la mujer de Félix "el Raru" se llamaba  Felicidad y cuando ella murió él iba todos los días a visitar su tumba en el cementerio. Tenía el camino ya marcado sobre la hierba y una banqueta en la que se sentaba delante de la tumba... ¡Felicidad, tono puedo vivir sin ti!, decía con aquella voz de trueno que retumbaba en las peñas de Sopravide.
También usaba un poncho en invierno y madreñas sin zapatillas.
        Nel Melero