Eran los tiempos del cine en Panes. El general Custer sucumbía con el septimo de caballería en Little Bighorn (Las Colinas Negras) ante dos grandes jefes indios: Caballo Loco y Toro Sentado.
Teresa la de Carlos y Tonio, el barberu, siempre iban a "delantera".
Los mozos se empeñaban en descolocarle a Teresa un supuesto pecho ortopédico (?), y el barberu gritaba cuando llegaban los "buenos".
Berto, enchufaba con la linterna. Jaime, "el Pajaru", proyectaba la película entre corte y corte.
Si algún mozo vomitaba por ingesta abusiva de alcohol, entonces intervenía Satur, el guardia.
Por el invierno, al salir del cine por las noches, soplaba un viento gélido y Turno ("Tripita) comentaba: "Menos mal que aquí no hay arenas del desierto.."