Sí, Celina. Conociendo a don Juan, no dudo que lo del cachavazo sea como tú lo cuentas. Don Juan era así, muy burrote. Muy grandón y hasta bruto. Era un producto de una época. Como don Joaquín, el cura de Alles. No...Don Joaquín era más "cabroncete". Era, si se quiere comprender así, más político. Don Joaquín no daba cachavazos, porque no usaba cachava. Don Joaquín hacía daño, si se puede decir daño (para mí no) no la palabra.
Paraba mucho en Arenas de Cabrales en el bar de los padres del diputado regional, Juan Bustillo. En algunas ocasiones el paladar se calentaba y entonces voceaba sus proclamas, que nada tenían que ver con su ministerio sacerdotal: "Aquí lo que hay es mucho HIJO DE LA PASIONARIA"..decía don Joaquín. Nadie decía ni "mú". ¡A callar!
Ni yo mismo sé lo quiero decir con esto. Quiero, simplemente, tratar de hacer ver que, tanto un cura como otro, eran pruductos típicos de una época. Ellos no tuvieron ¿o sí? la culpa de ser como fueron. A ambos se les salía el cariño y el amor hacia sus semejantes por debajo de la sotana. Sin embargo ejercían una autoridad que no era de ellos. Era una autoridad, absurda y demagógica que les llevaba a "dar cahavazos" o a alardear de una situación política determinada.
Don Juan era un enamorado del queso de Cabrales, de la historia, de la literatura, de las tradiciones de su tierra (que es la nuestra), del Sella al Deva.
Don Joaquín, a quien nadie pudo hacer que quitara la sotana, como a don Juan, era otro especimen. Iba por otros rumbos más políticos que, en alguna ocasión, le hicieron enseñar la pistola.... Sí, sí...la pistola..... ¡Franco, era un santu....! Así lo creía y con es creencia murió. Pero nunca se escondió para decirlo.
Ahora bien, cachavazos y demagogia política, a parte: ¿conocen ustedes a alguien a quien estos dos personajes les hiciesen daño?
Yo no. Pero sí conozco a algunas gentes a las que le quitaron mucha hambre. Esa era una de las obligaciones que su ministerio les imponía. Y, "chorradas a parte", lo cumplían. ¡Si señor!, lo cumplían....
Fredo
Fredo.
No sé ustedes pero yo los quise y los quiero a los dos