No Corita lo que pescábamos en los bebederos eran renacuajos, que de apoco le salían patas y después perdían las colas y se convertían en ranas.
Yo no entiendo mucho de esto pero daré la versión que siempre le escuchaba al guardarios que vivía en Abndames al lado del cementerio. El decía que eran los alevines de las truchas y los reos, que por mucho que parecían demasiados solo unos pocos se convertían en adultos, por que eran presa de muchos depredadores, martas, jinetas, aves, nutrias y no se cuantas cosas mas, eso le escuchaba yo, que hay de cierto no lo se, pero suponiendo que era un guardarríos algo de cierto habrá.Si hay otra versión la queremos escuchar.
De Félix puedo decir muchas cosas, ya que el tenia su tierra al lado de la mía solo nos separaba el río. Yo ya creo que algo hable del tema, luego de sembrar nuestro maíz y fabes conversábamos con mi padre largos ratos con el. Yo no creo que sean discapacitados ni nada de eso, simplemente son diferentes y ven cosas que nosotros no vemos, recuerdo que araba con andeza de madera por que decía que el hierro oxidaba la tierra. Y mientras nosotros atestábamos la tierra de abonos químicos el solo uasaba cuchu .También recuerdo que en esos tiempos después que se cosechaba el maíz y las patatas se sembraba ballicu que se usaba como forraje para las vacas y al mismo tiempo por que dejaba la tierra suelta y en buenas condiciones para la próxima siembra.
Un día aprecio el Raygrass que crecía velozmente y daba varios cortes, con el tiempo remplazo al ballico con el inconveniente de que la tierra cuando se araba de nuevo era una maraña de raíces Félix le parecía una barbaridad lo que hacíamos y cuando le queríamos explicar la nueva tendicia decía ¡el tiempu dirá¡
Viendo las tendencias de hoy día no estaba nada equivocado. Como esto muchas cosas más No solo eran diferentes, veían mucho más lejos que nosotros y si uno observa las cosas que hoy nos están sucediendo es como si nos estuvieran avisando de algo que no estamos haciendo bien, pero que como somos tan orgullosos y tan omnipotentes, no solo no los escuchamos además de eso pensamos que son raros o tontos.
Jesús A. López