Pepe, ¡¡¡mecagüentoloquesemenea!!! Agarré un rebote cuando leí tu comentario que casi me da un patatús. Me entró un come-come que me llevaban los demonios. Ya tenía los teléfonos del Seprona y el del guarda preparados para llamar. Pero en cuanto llegó mi mujer le hice que me llevara hasta allí y... ¡joder! el teju sigue en pié.
¿Tu que coímes le enseñas a tu hijo? ¡No te fijas en ná! La próxima vez voy a tener que ir con vosotros para decirle el nombre de las plantas, de los pájaros, de los bichos... te voy a meter un brazu por la manga del chalecu, mangurrián, apátrida, descastau... que no te fijas en ná.
De todas formas, al teju no creo que le quede mucho tiempo de vida, pues aparte de los daños en la corteza, bien seguro que las obras de la carretera también le habrá afectado a las raíces.
Buenu, Pepe, espero que no te me enfades. Un abrazu,
Felipe.